Editorial Hormiguero

Palabras cultas de nuestra lengua (Parte II)

Continuamos regalándote material para que enriquezcas tu vocabulario, esta segunda parte de Palabras cultas de nuestra lengua es un nuevo paseo por distintas palabras del español; su definición, etimología y comentarios adicionales sobre su uso y relevancia. ¡Empecemos!

jarifo, adj.
Del árabe hispano šaríf, y este del árabe clásico šarīf, que significa noble.

Adjetivo utilizado para calificar a un sujeto rozagante, vistoso, bien compuesto o adornado.

?Usualmente, se usa para referirse a un vestido muy elegante, vistoso, resplandeciente, fulgurante o brillante y de manera larga o extensa.

iridiscencia, f.

El término iris proviene del griego ἴριϛ íris que significa arcoíris, y que también es el nombre de la diosa Iris en la mitología griega: personificación del arcoíris y mensajera de los dioses que dejaba una estela de colores luminosos tras su paso.

Sustantivo que da nombre al fenómeno óptico caracterizado como la propiedad de ciertas superficies, en las cuales el tono de la luz varía de acuerdo al ángulo desde el que se observa la superficie.

?Este fenómeno se puede observar en las burbujas de jabón, en el aceite derramado en pavimento, o incluso en el cielo, etc. Es un término fonéticamente bastante poético, por lo que es recurrente en este tipo de discurso.

baldragas, m.

Del árabe hispano ḥaṭráq que significa charlatán.

Sustantivo para denominar a un hombre insustancial, simple y de poco carácter. También utilizado como adjetivo.

?Se empleaba a menudo en el siglo XIX como insulto.

nesciencia, f.

Del latín. nescientia.

Sustantivo femenino utilizado para denotar ignorancia, necedad, falta de ciencia.

?Este término se refiere a la ignorancia de una persona cultivada de no se aplica lo suficiente, es decir, no es una ignorancia sin más, sino que tiene cierto contraste con respecto a su significado.

sicofanta, m.

Del latín sycophanta, y este del griego συκοφάντης sykophántēs.

Sustantivo masculino para nombrar a un calumniador o impostor.

?En la Atenas clásica, era el nombre que recibía el denunciante profesional, generalmente a sueldo de un interesado que no quería que su identidad se desvelase o que pretendía que un adversario fuese calumniado, aunque fuese sin razón.

Y así hemos llegado al final de esta lista de palabras cultas, esperamos que sea de gran provecho y continúes visitando nuestro blog. Recuerda leer también la primera parte de este artículo y las demás publicaciones que te puedan interesar:

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