Aquiles Nazoa fue un escritor, periodista, ensayista, dramaturgo, poeta y humorista venezolano, que nació el 17 de mayo de 1920 en la barriada El Guarataro, en la parroquia San Juan, Caracas. Conocido como el poeta de las cosas sencillas, sus obran dan cuenta de la cultura popular y cotidiana de Venezuela, con unas maravillosas letras que hacen volar la imaginación.
Trabajó desde los 12 años de edad en diversos oficios, al mismo tiempo que estudiaba de manera autodidacta. También laboró en emisoras radiales y otros diarios de circulación nacional. En cada uno de ellos expresaba sus ideas a través del humor, el periodismo combativo en contra de la burguesía, y la sátira ante la democracia representativa. Muchos de sus escritos fueron censurados por las autoridades gubernamentales.
Aquiles se interesó por el rescate de los juguetes tradicionales, dictó conferencias y charlas, fue fiel defensor de la naturaleza y combatiente de la destrucción de Caracas por la voracidad modernizadora. Su ingenio y amplia cultura se dio a conocer también en el programa televisivo “Las cosas más sencillas”.
Su haber literario se compone de un sinfín de obras, entre las que destacan “El ruiseñor de Catuche” (1950, 1958, 1960), “Caperucita roja criolla” (1945), “Humor y Amor” (1970), “Vida privada de las muñecas de trapo” (1975) y muchas más.
Obtuvo diversos reconocimientos como el Premio Nacional de Periodismo (1948), el Premio Municipal de Prosa (1966) y el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (1967).
Falleció el 25 de abril de 1976. Su creativo legado resulta imprescindible para comprender nuestra esencia venezolana.
A sus 100 años de nacimiento, te dejamos su “Credo”, uno de los textos más sentidos y reconocidos. ¡Disfrútalo!
Creo en Pablo Picasso, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra;
creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones,
que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo,
pero que cada día resucita en el corazón de los hombres,
creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable,
creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa,
creo en la cualidad aérea del ser humano,
configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose
como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo;
creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente
debajo de la almohada de mi niñez;
creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música,
yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré
salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma,
creo en Rainer María Rilken héroe de la lucha del hombre por la belleza,
que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer,
creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia,
creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar;
creo en un barco esbelto y distantísimo
que salió hace un siglo al encuentro de la aurora;
su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles,
junto a sus sienes un resplandor de estrellas,
creo en el perro de Ulises,
en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas,
en el loro de Robinson Crusoe,
creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta,
el beralfiro el caballo de Rolando,
y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero,
creo en la amistad como el invento más bello del hombre,
creo en los poderes creadores del pueblo,
creo en la poesía y en fin,
creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama…
Autor: Bárbara Caraballo
Aquiles Nazoa, excelente escritor, poeta, humorista. Ideal para leer en esta cuarentena con los niños. Recuerdo que cuando mi hija estaba pequeña leíamos juntas” La ratoncita presumida” y “La avispa ahogada”, de este autor. Nos divertíamos mucho, todavía casi las recita de memoria y aprendía a hacer las distintas entonaciones. Era una belleza oír a una niña de 4 años leer tan bello y perfecto, que hasta le grabé un cd que aún conservo. Les invito a todos los que tienen niños a entusiasmarse y entusiasmar a sus hijos a la lectura a través de Aquiles Nazoa.
¡Gracias por su comentario y por compartirnos esta hermosa anécdota!